Congreso Virtual y presupuesto 2022: participación ciudadana se inclinó por “un gasto más eficiente”
En la plataforma participaron más de 600 congresistas virtuales quienes realizaron más de 370 comentarios.
10 de noviembre de 2021¿Está usted de acuerdo con que para el año 2022 se reduzca en 22,5% el gasto fiscal en comparación al ejecutado en 2021?, con esa pregunta el Congreso Virtual realizó la consulta sobre el trámite de la ley de presupuesto 2022.
En total participaron 622 congresistas virtuales y de los participantes, el 65% votó a favor de la reducción en el gasto fiscal para el año 2022.
Además, los y las congresistas virtuales, entregaron un total de 379 comentarios contenidos tanto en la idea de legislar como en las preguntas asociadas al proyecto.
Por su parte, de quienes indicaron sus características sociodemográficas, el 69% corresponde a hombres. Respecto de las regiones, cerca del 60% mencionó la Región Metropolitana como su lugar de origen o residencia, seguida de Valparaíso con un 14,2%.
Entre los comentarios positivos destacan:
- “Es bueno tener un presupuesto balanceado, no exceder el gasto público, el cual como se sabe aumenta la inflación”.
- “Debemos avanzar en un menor gasto público y más eficiente”.
Entre los comentarios negativos se cuentan:
- “El problema es dónde se hacen las reducciones. Generalmente se ven afectadas las becas, investigación, desarrollo, mientras que las relacionadas con armamento, vehículos blindados y otros similares se mantiene alto”.
- “No es bueno reducir el gasto público, menos mientras se mantenga la pandemia”.
- “Casi todo el presupuesto se va en transferencias (subtítulo 24) y eso va en beneficio de los que más necesitan. De reducirse, ellos serán los más afectados”.
- “Disminuir el presupuesto al nuevo gobierno es una mala idea. Si a ese gobierno le va mal, nos irá mal a todas y todos”.
- “El ejecutivo se equivoca al proponer una rebaja al presupuesto de la nación. La corriente keynesiana plantea que se debe invertir más por parte del Estado en formas como construcción de infraestructura social (hospitales, viviendas, escuelas, universidades) a fin centrarse en la estimulación de la economía en época de crisis mediante un papel activo del Estado y un aumento del gasto público”.