Plebiscito seguro: ¿cómo compatibilizar el derecho a sufragio y la salud de los electores?

El domingo 25 de octubre debería llevarse a cabo el denominado Plebiscito Nacional 2020. Más allá de la expectación propia de un proceso electoral, la preparación del acto ha estado marcada por las estrictas medidas sanitarias que se están estudiando para entregar seguridad a los electores.

La pandemia primero obligó a las autoridades a cambiar la fecha, ya que originalmente el proceso eleccionario estaba citado para el 26 de abril. Ahora todo el esfuerzo está en minimizar la posibilidad de contagio considerando que los comicios significan alta interacción.

En esa línea, las comisiones de Salud y de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento han recibido al presidente del Servicio Electoral (SERVEL) Patricio Santamaría. La autoridad expuso las consideraciones que se están tomando para definir un protocolo que hasta ahora tiene carácter de borrador y hace pocos días fue conocido por el Ministerio de Salud (MINSAL).

La idea es comenzar a socializar el texto con el Colegio Médico y sociedades científicas, de manera de validarlo sanitariamente. Incluso se ha planteado la opción de exponerlo en la Mesa Social COVID 19 y el Consejo Asesor COVID 19.

Los senadores Carolina Goic, Francisco Chahuán, Guido Girardi, Luz Ebensperger, Rabindranath Quinteros coincidieron con la mencionada autoridad la importancia concordar el derecho a sufragar y al cuidado de su salud.

Uno de los principales temas ha sido evitar la afluencia de público, por lo que Santamaría informó que “ya se definió extender el proceso definiendo horarios para ciudadanos de mayor riesgo como adultos mayores, los que deberán concentrarse a primera hora de la mañana”.

“La distancia social deberá respetarse entre electores y entre todas las personas que laboran en las dependencias de votación. Estamos hablando de los vocales de mesa y los apoderados de los partidos políticos principalmente. Si hubiera uno por cada sector podríamos llegar a tener 25 apoderados, más los 5 vocales más los votantes (unos 300 por mesa), sería una locura. Eso necesariamente se reducirá al mínimo”, describió mencionando además que “ahora una sala servirá para una sola mesa porque las personas deben estar distanciadas unas de otras”.

Al respecto, la presidenta del Colegio Médico, Iskia Siches consultó si se ha estudiado una fórmula para parcelar la llegada de votantes. “Pienso, por ejemplo, en establecer horas por código verificador. La intención es que no haya más de tres personas en una fila y ellos guarden un metro y medio de distancia”, comentó.

Los senadores hicieron preguntas prácticas respecto a la alimentación de los vocales. Hasta ahora, estas personas llevaban su cocaví y también el SERVEL les entregaba algún tipo de refrigerio, por lo que lo compartían entre medio del proceso. “Ahora habría un sistema de turnos para comer porque las personas no se pueden topar y evidentemente, para comer, deben sacarse la mascarilla. En el caso de proporcionarles nosotros algún producto, estos serán desechables”, describió el titular del organismo.

Siguiendo con los elementos de protección personal, la entidad anunció que va adquirir kits de mascarillas, escudos faciales y antiparras, de manera de proporcionar a los vocales o apoderados más de un set. “En cuanto al alcohol gel, se plantea dejar un dispensador de manera que los electores lo ocupen al llegar al local, no se puede dejar en la cámara secreta porque eso dañaría los votos que son de papel. También queremos que cada elector traiga su lápiz para evitar transmisión por contacto”, mencionó Santamaría.

La cámara secreta es también un tema. Este espacio es semi cerrado porque debe dar privacidad al sufragante. Habitualmente, se usan cortinas o puertas de cartón  para cerrar, por lo que “nos encantaría cambiar esas condiciones pero es carísimo idear otro sistema”, hizo ver la autoridad.

En ese tenor surgió la pregunta respecto a la urgencia que tiene legislar para posibilitar un voto electrónico. La Comisión expresó que esta opción anularía la posibilidad de contagio y sería la forma más idónea para que los cuarentenados y los pacientes recién diagnosticados pudieran votar.

“La verdad es que no somos partidarios de esa opción. Es imposible garantizar el secreto del voto y se presta para cohecho, más en tiempos de crisis económica. Lo que sí vamos a tener que extremar, son las medidas cuando llegue alguien con COVID 19. No se le puede negar el derecho a sufragar a ese ciudadano, pero tampoco podemos exponer a su entorno”, destacó.

En la sesión telemática también se hizo presente la ex directora de FONASA, Jeanette Vega, quien recordó a la Fundación Epistemonikos que busca acercar la evidencia científica a las personas que toman decisiones en salud.

“Creo que ellos (los miembros de la citada fundación) serían un gran aporte en este proceso de elaboración de un protocolo. No creo que existan razones para discriminar a pacientes positivos si se hacen las cosas como se debe. En los locales de votación no habrá mayor riesgo de enfermarse del que hay en cualquier espacio público”, admitió la especialista.

También desde la academia, la integrante del Consejo Asesor, Catterina Ferrecio propuso que “podrían hacerse test rápidos de saliva, pruebas de antígenos que son tan seguras como una PCR. Sería cosa de hacérselo a los vocales el mismo día o el día anterior cuando se constituyen. Dura 15 minutos y se sale de dudas”.

La facultativa que también es académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica declaró no ser partidaria de la votación con COVID positivo. “Creo que se confunde a la población. Se habla de cuarentena, de desconfinamiento muy acotado y luego se permite a todos a ir a votar. Puede ser muy impopular lo que estoy diciendo, pero es cosa de ponerse en el lugar de las personas que ven las noticias. Creo que lo mejor es que se abra la posibilidad de un voto electrónico para los pacientes diagnosticados”, declaró.

En tanto, la Comisión de Constitución del Senado inició el estudio de la reforma constitucional que modifica normas respecto del plebiscito nacional de octubre próximo (Boletín N° 13672-07). La iniciativa fue presentada por los senadores Álvaro Elizalde, Pedro Araya, Alfonso De Urresti, Alejandro Guillier y Francisco Huenchumilla y entre otras medidas plantea adecuar la realización del plebiscito a dos días.

Durante la primera sesión se escuchó al Subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli; al presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral, Patricio Santamaría, y al académico y abogado magíster en Derecho Público, Gabriel Osorio.

Cabe recordar que además se han realizado a lo menos tres sesiones de trabajo de la Mesa convocada por las presidencias de las dos ramas del Congreso con el fin de avanzar en medidas que permitan garantizar un "plebiscito seguro" en materia sanitarias.

Si bien la iniciativa propone realizar el plebiscito el 24 y 25 de octubre, el Ejecutivo señaló la semana pasada que era partidario de que se realice en un solo día extendiendo los horarios para poder sufragar. Según el director del Servel, ello evitaría suspicacias por parte de los electores, sobre todo en materia de resguardo de las urnas.

Con todo, los integrantes de la Comisión acordaron invitar a una serie de expertos para analizar a fondo el proyecto y de esta manera poder contar con un marco legal que permita la realización del plebiscito de la manera más óptima posible.

El proyecto propone además que todo el calendario electoral se adecue, en el caso de continuar la pandemia. Así, si aún nos encontramos en alerta sanitaria en enero de 2021, las elecciones municipales serán el 10 y 11 de abril. Si en agosto de 2021 sigue, las elecciones presidenciales y parlamentarias se propone que también sea en dos días.