Desafíos del Futuro conoce propuesta de la Universidad de Chile para instalar una constelación de nanosatélites en el espacio

Representantes de universidades, de los ministerios de Defensa Nacional, Ministerio del Interior, Transportes y Telecomunicaciones, Relaciones Exteriores y Bienes Nacionales, y de la Fuerza Aérea, se dieron cita en la Comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación para analizar una estrategia satelital para el país.

En la instancia se planteó la necesidad ubicar a Chile nuevamente en el espacio, como ya se hizo con los satélites Suchai, Fasat Alfa y Charlie. Con el proyecto, que aún no tiene nombre, se espera tener autonomía en el manejo de datos geoespaciales y contar con un análisis constante de datos. La idea  es monitorear la contaminación lumínica (longitud de onda del UV) y la ocurrencia de incendios forestales (longitud de onda infrarroja).

Se trata de un  plan, propuesto por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, que pretende ubicar una constelación, de entre 9 a 12 nanosatélites en el espacio, los que pasarán cada cuatro horas por el territorio nacional. De acuerdo a la estrategia planteada, estos satélites serían enviados paulatinamente de 3 a 4 por año.

El presidente de la Comisión, el senador Guido Girardi explicó que "queremos pedirle al presidente que haga una apuesta país que permita desarrollar en Chile una política de desarrollo de tecnología propia. Esto se puede hacer creando un consorcio con cerca de 15 universidades, las que pueden trabajar de manera colaborativa con las Fuerzas Armadas. Después podemos hacer política espacial propiamente tal, pero sin esto no vamos a estar en ninguna parte”.

El coordinar del proyecto, el profesor Marcos Díaz, reconoció que cada nanosatélite puede tener un costo de entre 700 mil a un millón y medio de dólares, por lo que, al sumarle el lanzamiento, podrían ser necesarios 33,3 millones de dólares, lo que equivale a más de 22 mil millones de pesos chilenos. El académico, también aclaró que la vida útil de cada nanosatélite estaría entre 2 a 3 años, por lo que se deberán reemplazar año a año. Además, el profesional comentó que a futuro se espera "desarrollar y consolidar el concepto de constelaciones para Chile, con ellos complementar el trabajo de los satélites más clásicos".

Para el proyecto se espera que participen varias casas de estudio nacionales y además se cuenta con el apoyo de la Universidad de Tokio y la Universidad de Roma La Sapienza. En el caso de existir los recursos correspondientes, se espera que estén en órbita 12 nanosatélites nacionales dentro de los próximos 3 años.

En la sesión, el ex asesor del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y coordinador en la elaboración del proyecto que generó el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCyT), Hugo Arias profundizó en el lugar que debería tener una Agencia Espacial al interior de esta secretaría de Estado. El especialista recordó además que “si bien no se acogió la creación de una Agencia, el Ejecutivo acordó una solución institucional alternativa para la ejecución de políticas espaciales, a cargo del citado ministerio”.

Por su parte, el asesor de materias aeroespaciales, el ingeniero Hugo Gutiérrez, hizo una cronología explicando los hitos que se han generado desde 1959 cuando la Universidad de Chile firmó un acuerdo con la Nasa en materia de investigación.

“Hoy se tomó la decisión de no avanzar en la creación de una Agencia del Espacio como un servicio público, sino proponer que el nuevo Ministerio de Ciencia iniciara sus funciones en materia espacial aprovechando el marco institucional vigente y se creara un Comité CORFO que se denomine Agencia Chilena del Espacio, presidido por el citado ministerio, que canalizará los recursos para la operación de los programas y proyectos que conformen la Política Espacial, cuya definición quedará en manos de este Comité integrado también por otros ministerios”, describió.

El asesor reconoció que hasta el año 2011, la Agencia Chilena del Espacio contaba con una dotación de  seis empleados y un presupuesto aproximado de solo 150 millones de pesos.