El centro administrativo incaico que descansa en las profundidades del centro de Santiago
Detalles de los trabajos arqueológicos e históricos de Rubén Stehberg, Gonzalo Sotomayor, Patricio Bustamante y Ricardo Moyano fueron compartidos en el Seminario “Santiago antes de Santiago, que se realizó en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional.
17 de junio de 2014Con el fin de ahondar en la divulgación de las investigaciones arqueológicas e históricas que dan cuenta de la ciudad incaica y asentamientos indígenas anteriores que existieron antes de la llegada de los conquistadores españoles se realizó en el Salón de Honor del Congreso Nacional el Seminario “Santiago antes de Santiago.
El encuentro que reunió a casi un centenar de estudiantes, profesores y público en general fue organizado por el Centro de Extensión del Senado en conjunto con el Centro de Arquitectura Contemporánea, la Municipalidad de Santiago, el Consejo de Monumentos Nacionales y la Asociación Jach’a Marka.
En la oportunidad, y ante la presencia del Vicepresidente del Senado, Eugenio Tuma, la alcaldesa Carolina Tohá, autoridades y especialistas expuso el arqueólogo Rubén Stehberg autor (junto al historiador Gonzalo Sotomayor) del trabajo Mapocho Incaico.
Además intervino el arqueoastrónomo Patricio Bustamante, autor (junto al arqueólogo Ricardo Moyano), del trabajo Cerro Wangüelen, observatorio astronómico orográfico mapuche y el sistema de ceques de la cuenta de Santiago.
El encuentro culminó con la presentación de la Soprano Aymara, Sandra Caqueo H, quien deleitó a los presentes con su interpretación vocal.
Al inaugurar el Seminario, el Vicepresidente del Senado, Eugenio Tuma expresó que “en el mes de los pueblos originarios, junio, donde se celebra el We Tripantu del pueblo mapuche, el Mara Taka o Inti Raymi de los pueblos andinos es un momento apropiado para reflexionar sobre el poblamiento precolombino y nos alegramos que se realice un espacio para el diálogo democrático en el Congreso”.
Aseveró que “el pasado de Santiago tiene una innegable mixtura andina y mapuche. Las recientes investigaciones revelan que este valle fue un punto de encuentro de diversas culturas y demuestran que nuestro poblamiento reciente es un pequeño fragmento de la historia de los asentamientos humanos que se han presentado en este territorio”.
Agregó que “al desentrañar los vestigios del poblamiento antiguo afloran las expresiones de poblamientos superpuestos. El asentamiento Inca que yace bajo la Plaza de Armas, se encuentra sobre otro asentamiento de origen mapuche. La historia de Santiago se remontaría a asentamientos milenarios. Esta historia por mucho tiempo ha sido olvidada y negada, en una narrativa lineal de la historia centrada en efemérides y en una interpretación de la identidad nacional construida desde una sola visión”.
El 2010, durante una excavación en la cripta de la Catedral Metropolitana se hallaron más de 10 mil fragmentos cerámicos prehispánicos. En Marcoleta, bajo la actual clínica de la Universidad Católica, se encontró en 1970 un cementerio indígena, con bóvedas subterráneas y cerámica inca local. En calle Bandera, el 2011 cuando ampliaron el Museo de Arte Precolombino, se toparon con decenas de restos de alfarería de estilo cusqueño.
Al respecto, el senador Tuma agregó que también se encontraron vestigios de “un cementerio en La Reina donde podrían estar los restos del gobernador inca Quilicanta. Vasijas y sepulturas en el Metro Quinta Normal. Un jarrón inca en calle Los Guindos en Ñuñoa, otro en avenida Larraín, sepulturas en Apoquindo. Y tenemos los pukara (edificaciones sagradas del mundo andino) de Chena (Calera de Tango), Chada (VI región), Cerro Waka (Colina), y otros lugares de la zona central”.
Puntualizó que la investigación arqueológica impulsada desde 1878 ha ido redibujando la comprensión de nuestra historia. “Erróneamente se nos ha enseñado que en 1541 Pedro de Valdivia fundó Santiago en escasa presencia mapuche y que gozaban de poca organización. Sin embargo, el Museo Nacional de Historia, en base a investigaciones históricas y arqueológicas, presentan una teoría de que lo que ahora es el centro de Santiago era un importante centro administrativo y ceremonial del Imperio del Tawantinsuyo”.
De hecho, Rubén Stehberg y Gonzalo Sotomayor sostienen que hay antecedentes el Gobernador Inca Quilicanta, ejerció su administración desde este lugar y, por consiguiente, este centro urbano tuvo un importante papel administrativo que desempeñar. De acuerdo a la información histórica, indican que esta urbe habría sido saqueada por miembros de la expedición de Diego de Almagro, en 1536, al momento de su retorno al Perú y que, cuatro años después, fue ocupada por la expedición de Pedro de Valdivia, quién se instaló definitivamente en el lugar y fundó su nueva capital.
Por lo tanto, acotó el senador Tuma, “desde la perspectiva de la fundación del asentamiento humano Santiago no surge en 1541. Reconocer esta conexión de nuestras raíces e historia es el desafío de la construcción de una sociedad pluricultural”.
Estos estudios demuestran que la historia siempre se reconstruye, no es una línea continua y los hitos son una referencia provisoria al igual que su interpretación que está en permanente revisión. Sotomayor sostiene que “los incas no eligieron este valle por casualidad, hay elementos simbólicos (la confluencia de dos brazos de río, el cerro Huelén) que los llevaron a instalarse en esta zona. Y antes de los incas había otros indígenas. La historia de Santiago como un asentamiento humano puede remontarse incluso a la prehistoria".
Nancy Piñones encargada de proyectos culturales de la Asociación Jach’a Marka valoró este encuentro ya que “queremos conocer todos estos nuevos antecedentes arqueológicos sobre el pasado que tiene Santiago, que si bien fue fundada por los españoles existen vestigios de los habitantes mapuches que vivían en armonía con una cultura Inca. Es reescribir la historia para reconocer este pasado Inca que, en el caso nuestro que somos Aymaras, nos sentimos herederos”.
Precisó que “nuestro rol es dar a conocer nuestra historia y reconocer este pasado incaico. Somos aymaras y debemos proteger y difundir nuestra cultura y ojalá esto sirva como un llamado de atención para que las autoridades se hagan cargo del centro ceremonial que existe en Cerro Chena y nos gustaría que estuviera más protegido y se le diera el realce que se merece”.