Buscan que la Constitución Política consagre el respeto a la integridad de las plantas y animales
La moción presentada por un grupo transversal de congresistas apunta a avanzar en nuevo marco normativo más respetuoso de las manifestaciones de vida no humanas.
29 de abril de 2016
En la legislación vigente, las plantas y animales son consideradas cosas, bienes transables, lo que a juicio de los senadores Guido Girardi, Pedro Araya, Felipe Harboe y Hernán Larraín, debe ser cambiado con el fin de avanzar hacia una relación más armónica del hombre con el medioambiente.
Los legisladores presentaron una moción que modifica el artículo 19, número 8° de la Carta Fundamental en materia de protección de plantas y animales. La norma que deberá ser estudiada por los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, establece que:
"El Estado, en el cumplimiento del deber de tutelar la preservación de la naturaleza, promoverá especialmente el respeto a la integridad de los organismos vivos, de las plantas y de los animales, y velará por la integridad y mantenimiento del medio ambiente en el cual se desarrollan".
Los congresistas argumentan en “esta nueva visión debe encontrar los mecanismos para construir una relación de respeto para con aquellas formas de vida no humana, que traspase la obsoleta discusión respecto a si ¿son o no? sujetos de derechos, hacia la responsabilidad que nos cabe a nosotros -en tanto sujetos capaces de tener de derechos y contraer obligaciones- para establecernos límites en nuestro comportamiento que nos conduzcan a una vinculación más respetuosa de los seres vivientes no humanos de este planeta”.
“La regulación jurídica requiere superar la calificación jurídica que se ha atribuido históricamente a los animales y plantas, en tanto "cosa. La noción de propiedad, asociada a un valor económico patrimonial que permitiría su adquisición, comerciabilidad y disposición tanto jurídica como material, hace que estos seres estén sometidos al mero arbitrio de quien es su dueño”, describe la moción.
Los parlamentarios buscan que “este proyecto sea un avance, pese a que la norma no tendrá la capacidad de modificar la relación histórica basado en la explotación animal y vegetal, pero sí permitirá avanzar en nuevo marco normativo más respetuoso de las manifestaciones de vida no humanas”.
La iniciativa deberá ser estudiada por la Comisión de Medio Ambiente en las próximas semanas. Tras ello sus integrantes deberán votar las ideas matrices y elaborar un informe respecto a aquello, que será conocido por la Sala.