Compromiso del Estado respecto a la protección de algas pardas pasa a Sala
La moción argumenta que diversas investigaciones han arrojado que, sólo un grado más de temperatura en los mares podría terminar afectando la disponibilidad de nutrientes y por tanto disminuir la productividad y crecimiento de este recurso hidrobiológico.
14 de septiembre de 2019Listo para ser analizado en una próxima sesión ordinaria quedó el proyecto que establece normas medioambientales y de adaptación al cambio climático para la industria alguera. La norma en primer trámite, fue respaldada en general por los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales en su última sesión.
El texto de autoría de los senadores Isabel Allende, Guido Girardi, Ricardo Lagos Weber, Ximena Órdenes y Jaime Quintana, establece que:
- El Estado reconoce la importancia que poseen las algas marinas para el medio ambiente, especialmente como base del ciclo ecológico en ecosistemas costeros y marinos para los diversos invertebrados, peces y en general fauna acuática, así como fuente de alimento para el ser humano. Se reconoce además su rol para el desarrollo productivo del país y la necesidad de fomentar su conservación como medida de adaptación al cambio climático.
- El objeto del proyecto es proteger los ecosistemas marinos y costeros, así como garantizar la conservación de los recursos de algas bentónicas, tanto de los campos superficiales como los diversos tipos de bosques submarinos que se extienden a lo largo de la zona costera.
- Se reconoce el derecho a la recolección y extracción de algas pardas por los pescadores artesanales y algueros que habitan las zonas costeras del país.
- El Estado de Chile protege y garantiza la conservación de los ecosistemas costeros y bosques submarinos de algas pardas, especialmente aquellos ubicados en reservas marinas.
Los legisladores argumentan en la moción que “diversas investigaciones han arrojado que, sólo un grado más de temperatura en los mares podría terminar afectando la disponibilidad de nutrientes y por tanto disminuir la productividad y crecimiento de las algas pardas”.
Asimismo reconocen que “dada las características de esta pesquería, los métodos de fiscalización y las medidas establecidas hacen muy difícil dar cumplimiento a la protección efectiva a los bosques submarinos de algas pardas. Sumando la no existencia de puertos de embarque o desembarque fijo, la incertidumbre es más amplia y cuestiona aún más el actual sistema jurídico en el que se enmarca el control de la explotación de este recurso hidrobiológico”.
Cabe consignar que las algas, en especial las pardas (huiro palo, huiro negro y huiro) poseen una importancia ecológica y ecosistémica trascendental que está dada por constituir la base de numerosas interconexiones naturales de las cadenas alimenticias marinas, cumpliendo funciones y dando estructura y diversidad de hábitat. La existencia de bosques de estas plantas submarinas constituye el ecosistema de cientos de otras especies, sirviendo de sustrato, lugar de refugio y de asentamiento y crianza de invertebrados y peces.
Es relevante destacar que las algas no solo prestan servicios como fuente de alimento y como sostenedores de la biodiversidad marina y costeras, sino que también son importantes filtros naturales para la retención de agentes contaminantes.
En promedio, se producen a nivel mundial, 25 millones de toneladas al año. De este total, el 95% corresponde a algas cultivadas y solo un 5% a algas silvestres de praderas naturales. Chile es el mayor productor mundial de algas explotadas de poblaciones silvestres, y constituye el primer extractor y recolector a nivel mundial, con más de 500 mil toneladas.