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A 200 años del zarpe de la Primera Escuadra Nacional: rinden homenaje en el Senado

Nació al fragor de la independencia, como una necesidad de la incipiente República y luego de muchos esfuerzos el 9 de octubre de 1818, bajo el mando del entonces Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, zarpó desde Valparaíso la pionera Escuadra, conformada por el navío San Martín, la fragata Lautaro, la corbeta Chacabuco y los bergantines Araucano y Pueyrredón.

11 de octubre de 2018

Imagen foto_00000010No solo es reconocida como un hito trascendental en el desarrollo y consolidación de la independencia sino que, a lo largo de sus 200 años de existencia, ocupa un lugar fundamental en la construcción de la República y del estado chileno.

 

La Sala del Senado rindió un homenaje en conmemoración de los 200 años de la Marina de Chile, desde que el 9 de octubre de 1818, bajo el mando del entonces Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, zarpó desde Valparaíso la pionera Escuadra, conformada por el navío San Martín, la fragata Lautaro, la corbeta Chacabuco y los bergantines Araucano y Pueyrredón.

 

El solemne homenaje fue seguido desde las tribunas por el Comandante en Jefe de la Armada, Julio Leiva Molina, junto a oficiales generales de su Alto Mando, y una delegación de oficiales y Gente de Mar.

 

Hicieron uso de la palabra el Vicepresidente del Senado, Carlos Bianchi, en su calidad de presidente de la Comisión de Defensa y a nombre también del Comité socialista; la senadora Luz Ebensperger en nombre del Comité UDI y los senadores Kenneth Pugh y Rodrigo Galilea quienes destacaron el rol estratégico de esta rama de la defensa nacional.

 

BIANCHI

“Con una dotación superior a las 25 mil mujeres y hombres, la Marina continúa sirviendo fiel y profesionalmente al país, con un sello de modernidad y eficiencia que le distinguen entre nuestros mares, así como en los puertos de todo el mundo. Y no podría ser de otro modo, porque ¿de qué otra manera un país como el nuestro, que cuenta con más de 4 mil 300 kilómetros de costa hacia el océano Pacífico, con una zona de responsabilidad marítima de 26 millones 476 mil kilómetros cuadrados y de 3 millones 409 mil kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva, es capaz de administrar un capital de tal magnitud? La respuesta es, sin duda, con una Institución que otorga un Poder Naval y un servicio marítimo capaces de operar eficazmente en todas las áreas de interés para el Estado de nuestro país”.

 

Imagen foto_00000011EBENSPERGER

“Son 200 años de historia que reflejan la entrega abnegada y valerosa de miles de hombres y mujeres a su país. Una Armada que no es solamente heredera de una tradición heroica desde los albores de la patria al “dominar el mar”, como fuera el encargo y la visión de O’Higgins, sino gestora, hasta nuestros tiempos, de libertad, integración y soberanía. Desde su creación, nuestra Armada ha ejercido soberanía marítima con temple, valor y sacrificio inigualables; fiel y leal a los valores más elevados de un marino al servicio de su bandera”.

 

PUGH

La visión fundacional de O’Higgins vino a constatar lo que es una realidad irrefutable hasta el día de hoy: Chile sin su mar es insignificante. Este fundamento político y esa visión de estadista que trasciende por más de dos siglos, llevó al Estado de Chile a ejecutar enormes esfuerzos para proveernos de una Marina capaz de darnos tranquilidad en el mar y permitirnos prosperar a través del mar. El Senado de la República no ha estado ajeno a este esfuerzo y la primera ley que se dicta en Chile, en febrero de 1811, la ley número 1, es precisamente para abrir el puerto de Valparaíso, y otros dos más, al comercio marítimo mundial, dando cuenta de la importancia económica del mar y la necesidad de protegerlo para asegurar el futuro del país”.

 

GALILEA

“Quisiera solo recordar y compartir un poema maravilloso de Nicanor Parra, publicado en 1965, en Poemas y antipoemas, que se llama “Se canta al mar”, donde el poeta recuerda el día y el momento que conoció el mar. Recordemos que Parra era de la zona de Chillán y, por lo tanto, nunca había visto el mar. Y a propósito de un viaje en que a su papá lo mandan a trabajar a Chiloé, en Puerto Montt ve por primera vez el mar y él retrata allí lo que muchos hemos vivido como un enamoramiento de nuestro mar”.

 

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