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¿Qué sociedad queremos construir? La pregunta básica para establecer una Estrategia Nacional en Inteligencia Artificial

Los legisladores se llevan reuniendo varios meses con especialistas de distintas áreas con el fin de dilucidar en qué áreas Chile debería poner sus fichas en el desarrollo de la IA. El diagnóstico es claro: se ha avanzado en proyectos aislados, por eso se necesita una visión integradora.

4 de agosto de 2019

A fines de agosto, la Comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación entregará al Ejecutivo un borrador para la elaboración de una Estrategia de Inteligencia Artificial (IA) para Chile. Con ese objetivo en mente, la instancia ha sostenido una serie de reuniones con investigadores de distintas áreas que trabajan con este nuevo insumo que marca el presente y lo hará también en el futuro inmediato.

 

Imagen foto_00000005El hito que formalizó este trabajo se desarrolló en el ex Congreso Nacional el pasado 28 de junio, cuando profesionales de las ciencias de la computación, matemáticas, ingeniería, neurociencias y otras disciplinas debatieron los pilares que debía tener esta estrategia pensando en cómo impactará lo humano, lo laboral y lo ético. Ver detalles del encuentro.

 

En la jornada, se analizaron definiciones del concepto IA, tales como el área de la informática que usa técnicas del mundo de las matemáticas, estadísticas y procesamiento masivo de datos para entregar respuestas a distintas preguntas. Asimismo, se puso en operación el término (IA) entendiendo por ésta, al aprendizaje más razonamiento que permite resolver problemas complejos.

 

En la búsqueda de respuestas, el lunes 22 de julio, los integrantes de la Comisión del Futuro recibieron al investigador de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), el licenciado en Relaciones Internacionales, Marek Hoehn, quien expuso un informe de política comparada en el área de la IA.

 

Imagen foto_00000006En la sesión también estuvieron presentes el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas 2014, José Rodríguez; y representantes de la Universidad Federico Santa María, de la Universidad de Chile, de la Universidad Andrés Bello, de la Universidad Diego Portales y de la Pontificia Universidad Católica. A su vez, también formaron parte de la mesa, integrantes del Centro de Investigación de Tecnologías Digitales (INRIA).

 

La pregunta que en esta etapa se intenta responder es ¿qué sociedad queremos construir? es decir, ¿qué país queremos tener aplicando esta herramienta tecnológica en el día a día? Y una vez resuelta esta duda, consultarse ¿en qué áreas queremos hacer énfasis? Para así fijar objetivos, plazos y presupuesto. Todo esto considerando que Chile realiza proyectos de IA y aplicaciones prácticas de ésta, en forma fragmentada.

 

EXPERIENCIA COMPARADA

 

Hoehn comentó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha planteado políticas intergubernamentales para el diseño de sistemas de IA, cuyos atributos deben ser: la robustez, la seguridad, la imparcialidad y la confiabilidad.

 

“Ya 36 países de la OCDE más Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú y Rumania han adoptado estas directrices en mayo de este año, para elaborar sus propias estrategias”, comentó insistiendo que este organismo ha planteado que la IA debe “estar al servicio de las personas y del planeta, impulsar un crecimiento inclusivo, el desarrollo sostenible y el bienestar. En cuanto a los sistemas de IA:

 

  • Deben diseñarse de manera que respeten el Estado de derecho, derechos humanos, valores democráticos y la diversidad, e incorporar salvaguardias adecuadas con miras a garantizar una sociedad justa y equitativa.
  • Deben estar presididos por la transparencia y una divulgación responsable a fin de garantizar que las personas sepan cuándo están interactuando con ellos y puedan oponerse a los resultados de esa interacción.
  • Deben funcionar con robustez, de manera fiable y segura durante toda su vida útil, y los potenciales riesgos deberán  evaluarse y gestionarse en todo momento.
  • Las organizaciones y personas que desarrollen, desplieguen o gestionen sistemas de IA deberán responder de su correcto funcionamiento en consonancia con los principios precedentes. Así se plantea facilitar una inversión pública y privada en investigación y desarrollo que estimule la innovación en una IA fiable; fomentar ecosistemas de IA accesibles con tecnologías e infraestructura digitales, y mecanismos para el intercambio de datos y conocimientos; desarrollar un entorno de políticas que allane el camino para el despliegue de unos sistemas de IA fiables; capacitar a las personas con competencias de IA y apoyar a los trabajadores con miras a asegurar una transición equitativa; cooperar en la puesta en común de información entre países y sectores; y desarrollar estándares y asegurar una administración responsable de la IA”.

 

Luego, el analista dio cuenta de políticas públicas, más que legislaciones comparadas, sobre IA. Explicó que en naciones como Francia, España y Estados Unidos se han generado estrategias de mediano y largo plazo enfocadas en emprendimiento social y privado (enfoque economicista).

 

Mencionó que en la mayor parte de los países se ha puesto el foco en la educación, el cambio climático, la democratización, el trabajo, la igualdad y la matriz productiva. Asimismo declaró que otros sectores que se han visto fuertemente fortalecidos por aplicaciones de IA son la salud, las telecomunicaciones, el transporte, la educación, el sistema financiero y el comercio.

 

“Lo que hicimos fue establecer categorías extremas como definir que los datos son un bien público o privado, o monopolizado por el Estado; la democratización de la sociedad o la securitización de ésta; la competitividad de las empresas o el bienestar social; y el liderazgo país o la autonomía país. De acuerdo a esto, por ejemplo, Estado Unidos usa la IA privilegiando la dimensión competitiva y securitizada (concepto entendido como la restricción de las libertades personales a favor de la seguridad nacional)”, graficó.

 

“En el caso de China, la población se siente confiada a la hora de entregar sus datos al Estado y hay una aceptación total de la tecnología. Incluso en las ferias de fruta y verdura frescas, se cancela con código QR. Ya no se usan las tarjetas de crédito porque todo pago se hace con un Smartphone. A su vez Japón apunta a una transformación social 5.0, donde todo está cruzado por la IA y las personas viven en función de ello. De hecho ellos generaron una estrategia nacional que cada tres años se revisa y se establecen planes trianuales con metas específicas”, mencionó el analista de la BCN.

 

“Vemos que Alemania y Francia apostaron al uso de esta tecnología en busca del liderazgo en materia de investigación. Ellos buscan generar capital social propio y atraer el extranjero para fortalecer la competitividad de las empresas. Acá la democratización no es un tema porque los datos son un bien público y por lo tanto, pertenecen al Estado”, concluyó Hoehn.

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