¿Cómo asegurar la calidad de la atención hospitalaria y no incrementar el endeudamiento público?
Los congresistas apuntaron a asegurar fondos en la ley de presupuesto, sin embargo reconocieron que existe un escaso margen de acción. A su vez, el Minsal aseguró que “la falta de insumos en gran parte responde a fraude y mala gestión”.
24 de octubre de 2019Con el sonido de la marcha de los funcionarios de los hospitales públicos a solo metros del Congreso en Valparaíso, los integrantes de la Comisión de Salud se reunieron con el ministro del ramo, Jaime Mañalich para analizar las demandas que se encuentran en línea con las manifestaciones que se han llevado a cabo en distintos puntos del país fruto del descontento popular.
La falta de insumos en los servicios de salud, el precio de los medicamentos, la privatización de los servicios, la deuda del sector, la medida de “cortar la línea de crédito” de los hospitales, el presupuesto del erario 2020 y los proyectos que es necesario agilizar fueron algunos de los temas abordados en la última sesión de la instancia.
De acuerdo a los datos entregados por el secretario de Estado, la deuda pública de salud alcanzaba al 30 de junio de este año, los 420 mil millones de pesos. “Con las medidas que hemos tomado, a la fecha el déficit alcanza los 280 mil millones de pesos y esperamos llegar a fin de año a 250 mil millones. Ese número estaría dentro de un rango razonable”, comentó la autoridad.
El problema- que hicieron ver los senadores- es la forma que se ha adoptado para reducir la deuda. Los gremios de la salud han calificada como equivocada esta estrategia que eliminó la llamada línea de crédito.
En simple, los hospitales deben solventar una serie de prestaciones (de menor a mayor complejidad) con el presupuesto asignado pero como este monto es insuficiente, recurren a una línea de crédito fiscal ilimitada, lo que implica hasta quintuplicar la deuda original. El caso es que el Minsal cortó esa posibilidad imposibilitando la compra de insumos que permiten la realización de operaciones, tratamientos y procedimientos en general.
Al respecto, el ministro Mañalich aseguró que la falta de insumos no tiene relación con el hecho de ajustarse a un presupuesto debido a que “detrás de la deuda se oculta un fraude de proporciones. Estoy hablando de robo y pérdida de recursos por una insuficiente gestión. Se vencen medicamentos porque no se cuida la cadena de frío o simplemente no se almacenan de manera adecuada. Un 20% de la falta de insumos corresponde a esta situación anómala y el resto a la mala administración de los propios hospitales”.
En cuanto a la denuncia realizada por el director del Hospital Van Buren, Mauricio Cancino, a la falta de insumos, el ministro admitió que “este año se sumó al presupuesto de la cartera otros 700 mil millones de pesos para garantizar insumos. En este caso, el director del hospital no ha acreditado el gasto que se ha hecho con una factura en mano, por eso no se le han reembolsado los fondos”.
Complementando el tema de fondo, indicó que “el 35% de la deuda responde también a la privatización de la atención hospitalaria. Es decir, los hospitales no son capaces de cumplir sus prestaciones, por lo que los pacientes públicos terminan atendiéndose en clínicas administradas por sociedades médicas. Estamos hablando de una práctica escandalosa que solo incrementa los costos de la salud”.
Frente a estos puntos, el senador Guido Girardi manifestó que “los hospitales se financian con prestaciones subvaloradas y el resto era endeudamiento. Hoy no tienen recursos y no se pueden endeudar; de ahí que haya necesidad de insumos básicos. Creemos que la única solución será la ley de presupuesto aunque hay poco margen para intervenir, por eso el Minsal es el que debe influir ahí”.
“Si se deja de lado la integración de la reforma tributaria para captar recursos y se intensifican los impuestos a la comida basura, el alcohol y el tabaco, podemos solventar esta deuda”, aseguró planteando respecto a las demandas de la ciudadanía que “se garantice una canasta gratuita de medicamentos a los adultos mayores, y se fije un tope a la utilidad de los laboratorios y farmacias”, argumentó.
El ministro Mañalich recordó que el presupuesto recién ingresado implica un incremento de 5,7%, lo que “contempla dineros para implementar la ley de fármacos 2, el financiamiento permanente de la ley del cáncer y el aumento de los fondos per cápita de la salud primaria”.
En cuanto a esto último, especificó que “hoy el gasto de salud per cápita es 6 mil 722 pesos, pero a ello se agregan los planes manejados por los Servicios de Salud, por tanto el per cápita es un 12% más, es decir, 11 mil 500 pesos por persona cada mes”.
Una de las demandas más sentidas por la población, y a la que se ha aludido en las movilizaciones es el alto costo de los medicamentos. Los senadores insistieron en agilizar la tramitación de la ley de fármacos 2 que está tramitándose en la Cámara Baja.
El ministro Mañalich reconoció que “se han dejado de producir medicamentos cuyos precios se ajustaron. Esta conducta se repetirá por lo que es urgente liberalizar la importación de medicamentos, de manera de no generar un desabastecimiento. Hay que agilizar la entrada de fármacos y los que no han sido avalados por el Instituto de Salud Pública (ISP) deberán regularizarse”.
“El nudo está en el poder comprador de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast). La idea es ver esto en la glosa respectiva. Queremos que el 80% de lo que se compre sea adquirido por licitación de la Cenabast que compra un 20% por debajo del valor comercial”, describió.
En ese tenor reveló que “el viernes pasado le informé al Presidente que elaboramos un proyecto de ley para autorizar a la Cenabast hacer importaciones directas de medicamentos que se destinarán a las farmacias comunales y a las que se ubican en lugares lejanos o donde hay ausencia de farmacias comerciales. Queremos combatir el monopolio farmacéutico”.
En cuanto a las normas en trámite que hay que agilizar, el presidente de la Comisión, el senador Rabindranath Quinteros respondió a una crítica manifestada por el ministro Mañalich respecto al retraso de la discusión de varias propuestas.
“Le quiero asegurar que el Minsal no es tan ágil como usted dice, mire que el pasado 18 de julio presentamos una serie de indicaciones y el ministerio demoró dos meses en estudiarlas. Acá los asesores avanzan en la semana pero su asesor no puede tomar muchas decisiones entonces no hay resolución y esto se nota acá en la comisión”, argumentó el legislador.
Con antelación el titular de la cartera hizo ver que “el proyecto de Isapres lleva diez años acá pero aún no se votan las indicaciones. La norma de Cáncer está en la Comisión de Hacienda y no se ha movido. Presentamos una norma para terminar con las agresiones a los funcionarios de la salud y en dos párrafos se ha enredado la discusión. Creo que hay una corresponsabilidad de ustedes”.