Fiestas Patrias: hacen llamado a la unidad y reconciliación por Chile
Este año la agenda oficial de conmeraciones continúa mañana lunes 18 con el Te Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana y culmina el martes 19 con la Gran Parada Militar.
17 de septiembre de 2023
Haciendo un llamado a la unidad entendiendo que es el único camino para avanzar, el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma participó del Te Deum Evangélico, el que fue encabezado por segunda vez, por el presidente de la República, Gabriel Boric, en el marco de las celebraciones de Fiestas Patrias.
La actividad desarrollada como es tradicional, en la Catedral Evangélica de Puente Alto en la región Metropolitana, fue el escenario para que el parlamentario comentara que “el camino real de Chile, es la unidad, el asumir que siempre la verdad y la reconciliación nacen solo con unidad (…) Hay más cosas que nos unen que nos desunen (…) Después de lo vivido, hay demasiados escenarios para crear y trabajar la unidad no creyéndose acreedores del otro sino que todos somos deudores de esa unidad”.
En tanto, en el marco del aniversario 213 de la Primera Junta de Gobierno y las Fiestas Patrias, el titular de la Corporación hizo llegar su saludo a chilenos y chilenas abogando por “celebraciones en familia” y la oportunidad de “reflexionar sobre nuestro pasado y tradiciones”.
Cabe señalar que este 17 de septiembre se celebra también el Día Nacional de la Cueca, en atención a que el 17 de septiembre de 1979, se publicó el decreto Nº 23 en el Diario Oficial que declaró la cueca como nuestro baile nacional. Dentro de la variada gama de danzas folclóricas chilenas, la cueca era la que tenía mayor nivel de difusión y más profunda significación histórica
Si bien existen numerosas teorías respecto al origen de baile nacional, se ha logrado establecer que tiene directa relación con los ritmos de la zamacueca y con manifestaciones populares desde tiempos coloniales.
Este año la agenda oficial de conmeraciones que contarán con la presencia de senadores y senadoras, encabezados por el titular de la corporación, se inicia el domingo 17 de diciembre con el Servicio de Acción de Gracias Nacional Evangélico, continúa el lunes 18 con la celebración del Te Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana y culmina el martes 19 con la Gran Parada Militar.
En las primeras décadas de la República, la Junta de Gobierno del 18 de septiembre de 1810 no tuvo el significado histórico que hoy le damos, como cuna de la Independencia nacional. La gran mayoría de los criollos juntistas sólo buscaban un gobierno provisional, mientras se encontraba cautivo el Rey de España. Apenas unos pocos soñaban en la independencia de la monarquía.
Por ello, hacia 1820, la celebración de las festividades que tenían relación con la vida independiente del país eran difusas. El 12 de febrero se estableció oficialmente como festivo, en 1821 a través del Reglamento para solemnizar el Aniversario de la Declaración de Independencia, pero tuvo múltiples dificultades de implementación debido a la cercanía de las festividades religiosas del carnaval y el miércoles de ceniza.
Además, el aniversario de la Batalla de Maipú también tuvo problemas para conmemorarse ya que coincidía con la celebración de viernes Santo en 1822, debiendo ser trasladada al 17 de abril.
Dada la multiplicidad de días festivos, las extensas celebraciones y las colisiones que se generaban con las festividades religiosas se decidió dejar el 18 de septiembre como única celebración como día nacional. Así quedó establecido en el decreto del 14 de agosto de 1824 que oficializó el 12 de febrero y el 18 de septiembre como festivos, eliminando así el 5 de abril, mientras que otro decreto de 1837 eliminó el correspondiente al 12 de febrero.
Pero esta organización de la vida nacional no estuvo exenta de polémica ya que reconocidos intelectuales de la época señalaban su disconformidad por celebrar una fecha marcada por la jura de fidelidad al monarca español y no aquellas donde se obtuvo la libertad e independencia de Chile en los campos de batalla, discusiones cuyos ecos se mantienen hasta nuestros días.
Hacia 1830, después de un prolongado periodo de conflictos que culminaron en Batalla de Lircay, se decidió volver a los orígenes y recordar por qué Chile se convirtió una nación independiente.
José Joaquín Prieto fue el primero en jurar en su cargo de Presidente de la República, ante el Congreso Pleno, a las 11 horas del 18 de septiembre de 1831, bajo un riguroso ceremonial que coincidió con el aniversario de instalación de la Primera Junta de Gobierno.
El periódico “El Araucano” guardó algunas descripciones del evento, "el acto fue celebrado con respetuosos aplausos de una lúcida y numerosa concurrencia que ocupaba la barra", en el antiguo Tribunal del Consulado.
Luego, el Presidente Prieto fue recibido con honores en el Palacio de Gobierno y, posteriormente, se dirigió a "la Iglesia Catedral para presenciar la augusta ceremonia con que los chilenos solemnizan el día de su nacimiento político".
Curiosamente rasgos de dicha celebración se conservan hasta nuestros días pues, si bien la ceremonia de cambio de mando se realiza en forma independiente, se mantuvo la celebración del ‘Te Deum ecuménico’ de Fiestas Patrias.