Senador Guido Girardi: “El desafío era y es adecuar las instituciones al efecto de la IA uniendo la intelectualidad y la política"
A solo semanas de dejar su escaño en la Cámara Alta, el congresista dijo sentirse conforme con su aporte legislativo y adelantó que su entusiasmo ahora, se canalizará en fortalecer la Fundación Congreso Futuro.
25 de febrero de 2022'Inquieto intelectualmente, vehemente orador y amante de la ciencia'. Estos son algunos de tantos calificativos que ha recibido Guido Girardi Lavín a lo largo de su trayectoria. El próximo 11 de marzo, deja su rol como senador. Aprontándose a dicha fecha hacemos el ejercicio de sintetizar su legado. Tarea nada fácil.
El gusto de este médico pediatra es argumentar y reflexionar, pero cuando se le pregunta cuál ha sido su legado en estos 28 años como parlamentario y, en particular, en los últimos 8 en la Cámara Alta, no duda en responder:
“Mi legado se explica en mi historia de vida. Soy parte de una generación que le tocó luchar contra la dictadura. Trabajé en salud pero desde la óptica de lo público. De ahí pasé a lo medioambiental donde cerramos las primeras empresas contaminantes atmosféricas y paramos proyectos como Castilla. En lo valórico, también fui cuestionado cuando dije que los homosexuales son personas que merecen tener familia en los 80. En el 98 planteamos que no se debía trabajar más de 40 horas a la semana. Tal vez expusimos temas con mucha anticipación que hoy son evidentes”, relata con interés.
Siguiendo esta lógica hace una lista de leyes que han sido de su autoría: la ley de los derechos y deberes de los pacientes, la que prohíbe los juegos artificiales, la antitabaco, de que regula la venta de alcoholes, de prohibición del uso de hilo curado, la del cheque en garantía, la de urgencia, de donante universal, de velocidad mínima de internet, de fármacos, de protección de glaciares, de plásticos de un solo uso y ley chilito. Detrás de ellas describe las circunstancias y personas que originaron la moción y cómo se involucró personalmente para corregir lo que llama “el mundo al revés”.
Si hay un tema que enorgullece a Guido Girardi y que le da sentido a su paso por el Senado, es la ley de Etiquetado Nutricional de los Alimentos, más conocida como ley de los sellos o alto en...
“Esta norma ataca la obesidad que es una enfermedad muchísimo más letal que el COVID-19. Esta ley ha sido premiada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) Si voy a México, Uruguay o Colombia veo los alimentos con sellos porque más de 30 países los han replicado. Espero ocurra lo mismo con el proyecto de neuroderechos que estamos trabajando en la Comisión Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación. Chile podría ser pionero en regular los datos neuronales y ello verse reflejado en otras naciones”, confiesa.
Otro de los hitos de su carrera como parlamentario está marcado por la creación de Congreso Futuro, que se ha consolidado como el principal evento de divulgación científico-humanista en América Latina. Más allá de los expositores y premios Nobel que han expuesto, temas atisbados, interacciones y alianzas firmadas, nos interesó consultarle qué fue lo que lo motivó a idear un encuentro que en el 2011 no pensaba tener una segunda edición.
“Todo tiene una explicación larga (ríe) Tiene que ver con la historia de vida, desde joven he leído uno o dos libros a la semana. He realizado una hora y media de actividad física al día porque creo que hay que preocuparse por el cerebro. Siempre me he considerado mi propio laboratorio. Así cultivé mi cuerpo y mi mente, el amor por la filosofía.
Tengo un maestro, el filósofo francés Edgar Morin al que visito hace más de 30 años, una vez al año, ocasión en que compartimos con distintos científicos e intelectuales sobre diversas materias. En ese espacio, abrí mis fronteras y cuando llegué a la presidencia del Senado el 2010, dije que iba a poner en acción todo lo aprendido.
El desafío era y es adecuar las instituciones al efecto de la Inteligencia Artificial (IA), pero ¿cómo? Uniendo la intelectualidad y la política. Un político tiene un gatillo que puede usar pero no tiene conocimiento, y el intelectual sabe cómo generar un cambio pero no tiene herramientas para materializarlo. Así nació Congreso Futuro”.
Se le escucha tan entusiasmado con la idea de generar espacios de reflexión en el hemiciclo, que es difícil imaginarlo fuera de las paredes del edificio de Valparaíso: “uno cumple un ciclo, pero no me niego volver al Congreso. Tengo claro que mi primer amor es la Paula (su señora) y el segundo es el pensamiento. Creo que donde he estado, he aportado en distintos escenarios. De acá me voy tranquilo porque mi legado está a la vista. Insisto, la vida es un laboratorio, yo soy un laboratorio. Exploro. Cambia mi cerebro todo el día. Mi sinapsis no para”.