Las leyes del primer Congreso Nacional: la libertad de vientres y la instrucción primaria
Este 4 de julio, el Congreso Nacional celebra su aniversario número 206 desde su fundación en 1811. Sus principios basados en la libertad, la educación y la autodeterminación inspiraron las bases de nuestra institucionalidad.
3 de julio de 2017
Cuando el colonialismo y los vicios de la esclavitud eran comunes en el continente Americano y ensombrecían los valores de sus pueblos, en Chile -su primer Congreso como nación independiente- legisló de manera pionera para declarar la libertad de vientres en 1811.
Esa fue una de las primeras leyes que dictó este primer cuerpo legislativo que se constituyó en el edificio de la Real Audiencia, el 4 de julio de 1811. Este texto legal pionero decretaba libre “a todo hombre que naciera en el territorio, sin hacer distinción de la condición de sus padres. Se prohibió el ingreso de esclavos al país y reconocía como hombres libres a aquellos esclavos que, pasando por el territorio, se detuviesen en el más de seis meses”.
De inspiración reformista, con ideales de libertad y autodeterminación, este primer Congreso también legisló para abolir los derechos parroquiales por concepto de bautizos, matrimonios y entierros que se instituyeron en el siglo XVIII y se habían constituido en una verdadera carga impositiva, así como otras reformas eclesiásticas que provocaron gran polémica y debate en la época.
También se tramitó la primera ley de cementerios, para terminar con la costumbre de enterrar a los muertos en las iglesias o en sus cercanías, permitiendo así sentar las bases para una reforma posterior que obligó a construir los cementerios fuera del radio urbano, previendo y evitando la propagación de infecciones y enfermedades.
El primer Congreso también se abocó a las escuálidas finanzas públicas e intentó preferentemente eliminar gastos, en lugar de generar nuevos impuestos.
Otra de las principales preocupaciones de los primeros legisladores fue la educación: propusieron una serie de reformas de los colegios públicos y se impulsó el Reglamento de Instrucción Primaria, que diseñó los primeros planes educacionales. A esta fructífera labor se suma también la primera Ley de Prensa y la Ley de Indios, entre otras.
El Congreso Nacional celebró en total, 55 sesiones hasta el 2 de diciembre de 1811 cuando fue disuelto por parte de José Miguel Carrera Verdugo. Pese a las pugnas entre los mismos caudillos patriotas, durante este periodo de casi 5 meses se implementaron y desarrollaron las primeras leyes e instituciones nacionales.
Hace exactamente 206 años se dieron cita los 41 diputados electos y sus respectivos suplentes, elegidos según el proyecto de Reglamento que reguló los primeros comicios que se realizaron en las principales ciudades de la entonces colonia española. La sala ubicada en los altos de lo que hoy día es el Museo Histórico Nacional amaneció engalanada con pendones especialmente confeccionados para la ocasión.
Todo el interior había sido sobriamente modificado incluso cubriendo con una tela un retrato del rey de España ubicado en la testera. Este gesto puso en evidencia, de forma más categórica, las fuerzas políticas más reformistas influenciadas por las ideas de la ilustración, algo que no ocurrió, apenas unos meses antes con la Primera Junta de Gobierno – del 18 de septiembre de 1810- donde se juró fidelidad al monarca español.
De este modo, las fuerzas políticas de este primer Cuerpo Legislativo estaban representadas con la siguiente correlación:
- Bando realista (10)
- Bando moderado (21)
- Bando exaltado (9)
Juan Martínez de Rozas, en representación de la Junta de Gobierno, pronunció un discurso inaugural donde recalcó a sus pares, los altos deberes que les impone la patria y apeló a la “sinceridad, la rectitud, la firmeza y el amor a la patria” de los diputados ahí presentes. Cabe recordar que el Conde de la Conquista, don Mateo de Toro y Zambrano, presidente de la Junta el 18 de septiembre de 1810, no alcanzó a ver el fruto de la inspiración patriótica del Cabildo Abierto pues falleció poco después, el 27 de Febrero de 1811.
Luego presidió la sesión Juan Antonio Ovalle, diputado por Santiago, en su calidad de miembro más anciano de la asamblea, quien pronunció un discurso en el que llamó a “procurar el poder, la riqueza y la cultura intelectual de Chile” (Cuerpos Legislativos).
En la asamblea estaban presentes también los diputados José Miguel Infante; Bernardo O’Higgins y Manuel de Salas quienes tendrían un rol preponderante en los destinos de la naciente república, en las primeras leyes y en las sucesivas Constituciones que la delinearon.
Luego de las ceremonias oficiales se iniciaron con entusiasmo los festejos populares que incluyeron fuegos artificiales. Al día siguiente, el 5 de julio de 1811, el recién estrenado Congreso Nacional celebró su primera sesión ordinaria. Concurrieron a la reunión miembros del clero, del ejército y de la administración central quienes prestaron juramento de obediencia.