Primer Senado de la República: a 202 años del Reglamento Constitucional al que debe su origen
Sesionó a partir del 10 de noviembre de 1812. No obstante, el documento que dio forma a este poder unicameral fue sancionado el 31 de octubre de 1812, tras la suscripción de 300 vecinos de la capital.
31 de octubre de 2014
Desgarrado por las luchas internas entre realistas y patriotas; moderados e indiferentes; santiaguinos y provincianos, el primer Congreso inaugurado el 4 de julio de 1811 fue disuelto el 2 de diciembre del mismo año, tras celebrar 55 sesiones. (Revise portal de Historia Política Legislativa de la BCN)
Eran tiempos complejos y agitados y el caudillo patriota José Miguel Carrera –recién llegado de España- encargó la redacción del primer Reglamento Constitucional Provisorio a Fray Camilo Henríquez; el ex diputado al primer Congreso Manuel de Salas; el doctor en derecho Jaime Zudáñez; Antonio de Irisarri, Francisco Antonio Pérez, Hipólito Villegas, Francisco de la Lastra y Joel Poinsett.
Una vez concluida la redacción y revisión, el texto del Reglamento y las listas de senadores y regidores del Cabildo se exhibieron por tres días a partir del 27 de octubre de 1812 en una sala del Tribunal del Consulado. Firmaron unos 300 destacados vecinos, entre ellos, un oidor de la Audiencia, Fernando Márquez de la Plata, un capitán de milicias de pardos africanos, Cipriano Varas y un eclesiástico jesuita, Francisco Javier Caldera.
De este modo se aprobó el Reglamento y fue elegido el primer Senado de Chile, del cual se dejó constancia por decreto el 31 de octubre de ese año.
Dicho texto que cumple ya 202 años establecía, en su artículo 7, la creación del Primer Senado de Chile, como única cámara legislativa:
“Habrá un Senado compuesto de siete individuos, de los cuales el uno será Presidente, turnándose por cuatrimestres, y otro Secretario. Se renovará cada tres años, en la misma forma que los vocales de la Junta. Sin su dictamen no podrá el gobierno resolver en los grandes negocios que interesen la seguridad de la patria, y siempre que lo intente, ningún ciudadano armado o de cualquiera clase deberá auxiliarlo ni obedecerle, y el que contraviniese será tratado como reo de Estado. Serán reelegibles.”
El reglamento también estableció también una Junta Superior Gubernativa, que tendría a su cargo el gobierno interior y las relaciones con otros estados y estaría compuesta de tres miembros, cuyo mandato era por tres años, renovándose uno al final de cada año. Dichos miembros se turnarían en la presidencia de la junta por cuatrimestres y, no podían ser reelegidos hasta pasados los tres años.
El primer Senado estuvo compuesto por 7 senadores. Su primer Presidente fue el eclesiástico y doctor en Teología de la Universidad de San Felipe, Pedro De Vivar y Azúa. Los otros integrantes eran: el fundador de La Aurora de Chile, Fray Camilo Henríquez; el sabio jurista, Juan Egaña; el ex regidor y alcalde, José Nicolás de la Cerda; el ex diputado Francisco Ruiz Tagle; el joven abogado Manuel Antonio Araoz Carrera y el secretario de la Primera Junta de Gobierno, José Gaspar Marín, titulares. Además de los suplentes: Ramón Errázuriz, Joaquín Gandarillas y Joaquín Echeverría.
Según consigna el historiador Gonzalo Vial Correa “pese a que sus miembros reunían un peso intelectual, económico y social significativo; la forma de nombramiento del reciente Senado y su generación a través del Reglamento Constitucional despertó diversas resistencias. No obstante, esta corporación sesionó a partir del 10 de noviembre de 1812 y tuvo una relativa importancia hasta enero de 1814”.
El Primer Senado funcionó en el edificio del antiguo Tribunal del Consulado, ubicado en la esquina surponiente de las calles Compañía y Bandera (frente a los jardines del Congreso histórico en la capital). A su estructura física se sumó una estructura interna y las primeras reglas de su funcionamiento: reunirse dos veces a la semana ordinariamente y en forma extraordinaria cuando se requiriese; llevar diarios o actas de las reuniones y nombrar a uno de sus miembros como Presidente y, a otro como Secretario.
En el discurso de la sesión de apertura, el 1 de noviembre de 1812, don Pedro De Vivar y Azúa, decidido independentista, hizo una sentida reflexión sobre los deberes y proyecciones de este cuerpo legislativo. "El honor que nos confiere la patria está unido a grandes deberes, reposando en nosotros las esperanzas de un pueblo libre y virtuoso, debiendo entender en sus asuntos más graves y arduos"... "Dichosos si, como somos los primeros en este cargo componiendo aquí el primer Senado, nombre gratísimo a los pueblos pudiese nuestra conducta y utilidad corresponder a la expectación pública y ser el ejemplo de nuestros sucesores y mereciésemos que nos citase por modelo la posteridad". (Cuerpos Legislativos, recopilación de documentos sobre el Congreso Nacional organizada por Valentín Letelier)
Al alero de esta institución republicana, este legislativo -que sesionó a partir del 10 de noviembre de 1812- aprobó y sancionó varias resoluciones y leyes trascendentales de la Junta, incluso en plena Guerra de Independencia, entre las que se cuentan:
- La ley de libertad de prensa, que reemplazó un controvertido decreto de censura previa y que dejaba “al cuidado del Senado” su cumplimiento.
- La de instrucción primaria, que hacía obligatoria para todo pueblo de cincuenta vecinos o más mantener una escuela de primeras letras costeada por los propios recursos municipales del lugar. El maestro debía cumplir una serie de requisitos y rendir un examen de idoneidad, a cambio debería ser mirado con toda consideración y honor y el Gobierno le dispensaría “particular protección”.
- Se aprobó la creación de la Biblioteca Pública iniciada con el fondo de 5 mil libros de la Universidad de san Felipe y del Instituto Nacional.
- La ley de policías y la de tribunales militares.
- La ley de indios que apuntaba a civilizarlos mediante su reducción a villas formales con iglesias o capillas, casa consistorial, escuela y cárcel. Le otorgaba a cada familia una vivienda de quincha o rancho con cocina y despensa todo bien aseado, bueyes, instrumentos de labranza, semillas, telar, etc. Las tierras de indígenas sería comercializadas libremente y en las villas podrían convivir y mezclarse los naturales y los españoles.
- Asimismo se otorgó a José Miguel Carrera plenos poderes para dirigir las operaciones militares.
En marzo de 1813 el brigadier español Antonio Pareja desembarcó en San Vicente en Concepción, a cargo de la primera expedición enviada por el Virreinato del Perú con el fin de aplastar a los independentistas lo que motivó la aprobación de la contribución forzosa impuesta por Carrera a los realistas de Santiago para financiar el Ejército. El Senado eso sí la rebajó de 400 mil a 260 mil pesos.
En los meses siguientes, y tras las desastrosas noticias de la guerra, la Junta y el Senado se fueron distanciando de Carrera, al punto que se determinó suspender el funcionamiento del Legislativo; llamar a una elección nacional de diputados para enero de 1814 y explorar una negociación con el enemigo.
El Primer Senado finalmente se extinguió pero las últimas dos medidas no prosperaron y, en definitiva, en enero de 1814 la situación eran tan crítica tras la captura de Talca en manos de los realistas que los santiaguinos concentraron el poder en un “Director Supremo”, primero en forma interina con Irisarri y luego en forma definitiva con Francisco de la Lastra.
Con el nuevo Reglamento para el Gobierno provisorio del 17 de marzo de 1814, impulsado por el propio De la Lastra, nació el Senado Consultivo, compuesto también por 7 patriotas: el respetado canónigo José Antonio Errázuriz, presidente; Salas y Henríquez que venían de las cámaras anteriores, el presbítero José Ignacio Cienfuegos y el futuro campeón del federalismo José Miguel Infante, además de los juristas Gabriel Tocornal y Francisco Ramón Vicuña.
Las cruentas guerras de la independencia sumieron a esta Cámara en un torbellino de sucesivos errores que les impidió ejercer un buen desempeño legislativo. De este modo, tras la derrota militar de Rancagua, el 1 y 2 de octubre de 1814, se inició el período de la Reconquista española que duró hasta la victoria patriota de Chacabuco (12 de febrero de 1817).
En cuanto al Senado el golpe de Carrera contra el Director de la Lastra, el 23 de julio de 1814 terminó con la corporación y no hubo otros cuerpos legislativos en Chile hasta 1818.