Informe de Estabilidad Financiera: advierten medidas de mitigación frente a riesgos de recesión
El Banco Central expuso ante la Comisión de Hacienda sobre los principales riesgos, vulnerabilidades y mitigadores para la estabilidad financiera en el país.
10 de noviembre de 2022La evolución de los salarios reales, el impacto del endeudamiento de los hogares de acuerdo a los quintiles sociales y las perspectivas sobre la duración y profundidad de una recesión económica, fueron algunos de los temas que preocuparon a los senadores de la Comisión de Hacienda tras recibir el Informe de Estabilidad Financiera del segundo semestre por parte del Banco Central.
“La evaluación de la situación de hogares, empresas y la banca apunta a que no existirían fuentes de vulnerabilidad que puedan revestir riesgo sistémico”, dijo la presidenta del Banco Central Rosanna Costa y agregó que “existe una alta heterogeneidad, con focos de preocupación en hogares de menores ingresos y en empresas de menor tamaño”.
En este sentido los senadores Juan Antonio Coloma, Ricardo Lagos Weber, José García Ruminot, Carlos Kuschel y Felipe Kast, ahondaron en las consultas a la autoridad del Banco Central quien explicó que en “el caso de los hogares de menores ingresos y mipyme, el mayor porcentaje de la deuda es de corto plazo, especialmente en los hogares donde se trata de créditos de consumo más sensibles a las variaciones de la inflación”.
Asimismo, la presidenta del BC puso énfasis en “la debilidad financiera de los rubros inmobiliario y de la construcción mientras que la banca se encuentra resiliente, y aunque enfrenta desafíos de un entorno económico y condiciones de financiamiento más deterioradas, está en condiciones de asumir escenarios de estrés severos”.
Rosanna Costa explicó que “las dificultades financieras de los sectores inmobiliario y de la construcción han conllevado una especial preocupación en esta coyuntura. Estas empresas han experimentado aumentos relevantes de costos, lo que sumado a una menor actividad ha comprimido sus márgenes y deteriorado su capacidad de pago. Se han producido episodios de insolvencia y reorganización de empresas del sector. Cabe notar que las medidas prudenciales que se han construido a lo largo de los años — junto a un otorgamiento prudente de créditos, han permitido a la banca acomodar de manera apropiada la incubación de riesgos relacionados a este sector”.
“El Informe del segundo semestre también señala que “un empeoramiento del escenario internacional se ha convertido en la principal fuente de riesgos para la estabilidad financiera global”...”El mercado financiero chileno, en tanto, se ha visto afectado por las tendencias globales, donde resalta la mayor volatilidad del peso y las tasas de interés de largo plazo respecto de su comportamiento histórico. Esto es reflejo de un mercado de capitales que no ha logrado recuperar su profundidad y rol estabilizador frente a presiones externas”.
El documento explica que, si bien el mercado de capitales no ha seguido deteriorándose, la liquidación de ahorros de largo plazo ya realizada, el debilitamiento del entorno macroeconómico y la mayor incertidumbre, han incidido en el perfil de inversión de diversos agentes y en el dinamismo del mercado. Ello se ha reflejado en una reducción de las emisiones de instrumentos, de los montos transados, de la duración y liquidez de los portafolios de inversionistas institucionales y de su participación en el mercado de derivados cambiarios.
La economía chilena continúa en una fase de normalización de los desbalances acumulados en 2021, lo que configura un escenario donde, acorde con las proyecciones del escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, hacia 2024 la economía retomaría tasas de expansión acordes con su potencial. Todo esto contribuye a recobrar el equilibrio macroeconómico necesario para acomodar de mejor manera los diversos shocks.
El IEF indica que los hogares también enfrentan un escenario económico desafiante, ante el aumento de los costos de financiamiento, la ralentización de la creación de empleo y los menores salarios reales. Si bien la morosidad se ha mantenido baja, se aprecia un alza en las tasas de impago y mayor uso de créditos rotativos. En este entorno, su situación financiera muestra alta heterogeneidad. Los hogares de menores ingresos han ido reduciendo su disponibilidad de liquidez, recurriendo al endeudamiento de más corto plazo, que aumenta su exposición a los cambios en las tasas de interés. Si bien el impago permanece bajo su promedio histórico, la morosidad continúa aumentando en la cartera de consumo, lo que ha sido más pronunciado entre deudores de menores ingresos.
El informe agrega que "la banca, en tanto, se encuentra resiliente y mantiene una posición holgada de liquidez respecto del periodo prepandemia, aunque enfrenta desafíos de un entorno económico y condiciones de financiamiento más deterioradas. Las pruebas de estrés muestran que los bancos permanecerían solventes y con liquidez adecuada para enfrentar la materialización de escenarios de tensión severos, en su trayectoria de convergencia hacia Basilea III".