Etiquetado de leche: listo para ser revisado en una próxima sesión ordinaria
En el debate en particular, se eliminó la idea de precisar los porcentajes de los países de origen en el caso de un producto importado, ello por la dificultad de establecer dicha proporción y la confusión que generaría en los consumidores.
29 de octubre de 2018En condiciones de ser visto por la Sala quedó el proyecto en primer trámite constitucional, que establece la obligación de etiquetar en los envases el origen y el tipo de la leche y otros productos lácteos.
Esto luego que los integrantes de la Comisión de Agricultura despacharan en su última sesión el articulado de la norma. Los cambios al texto fueron más de forma que de fondo, por lo que en los próximos días, el tema será analizado en sesión ordinaria.
Cabe recordar que el proyecto define la leche como el producto de la ordeña completa e ininterrumpida de vacas sanas, bien alimentadas y en reposo, exenta de calostro. Agrega que la leche de otros animales se denominarán según la especie de que proceden, como también los productos que de ellas de deriven.
Asimismo, se distingue tres tipos de leche: la natural, la reconstituida (agua con leche líquida o leche en polvo) y la recombinada (mezcla de leche descremada, grasa de leche y agua potable); y se denomina como producto lácteo a aquel obtenido mediante cualquier elaboración de la leche, que puede contener aditivos alimentarios y otros ingredientes funcionalmente necesarios para la elaboración.
También se establece la obligación de etiquetar, en la parte frontal y cerca de la marca, los envases de leche líquida y de productos lácteos que se vendan al público, indicando en ellas en forma clara el tipo de leche y el origen de la misma, entendiendo por tal, el país en donde se ordeñó.
La presidenta de la instancia, la senadora Carmen Gloria Aravena explicó que “de ahora y en adelante, todos los envases de la leche deben decir si es leche fresca, reconstituida o recombinada, y el origen (nacional o exportada con bandera para saber su procedencia). La idea es dar transparencia al mercado y los consumidores puedan tomar decisiones de compra de manera informada”.
Respecto del concepto leche, la legisladora fue enfática en señala la diferencia entre leche del mundo animal y aquella vegetal. “Cuando compramos la leche de ordeña estamos en presencia de leche de verdad. Cuando compramos las variantes de leche de coco, de almendras, de soya, de arroz, etc., eso no es leche”, aclaró planteando que la leche es un producto de primera necesidad y no es barato, por lo que se requieren certezas a la hora de adquirirlo.
Desde el punto de vista agrícola, la legisladora explicó tres indicaciones que fueron rechazadas. “Se eliminó la idea de precisar lo que es una vaca sana. Muchos ejemplares tienen sus ubres sanas pero están cojas o ciegas, y ello no les impide producir leche de calidad. Una segunda indicación que fue rechazada, fue la idea de establecer en porcentajes el país de procedencia. Esto es complejo y difícil de entender en un etiquetado, así lo que desechamos. Lo último fue descartar que solo sea leche aquella ordeña continua, esto porque muchas veces se producen cortes de luz en el sur del país”, aclaró.
Por su parte, el senador Juan Castro manifestó que “estamos contentos con esta aprobación. Con el envío del texto a la Sala, estamos avanzando. Creo que se abordaron todos los temas que son necesarios. Por ejemplo, analizamos lo complejo que es determinar porcentajes en relación a la leche que proviene del extranjero porque puede tener un origen diverso. Así que estamos satisfecho con precisar si se trata de leche nacional o importada”.