Ley Nacional del Cáncer: legisladores realizan minuto de silencio en memoria de Doctor Mora y analizan el Plan Nacional

Con un minuto de silencio, en recuerdo del doctor Claudio Mora, quien falleció el pasado jueves producto de un cáncer de páncreas, los integrantes de la Comisión de Salud retomaron la discusión en particular del proyecto que establece la Ley Nacional del Cáncer.

La senadora Carolina Goic solicitó esa acción y recabó el acuerdo de la Comisión, para solicitar a la Sala en una próxima sesión ordinaria, agregar el nombre del doctor Mora en la norma en tramitación. “Lo que Claudio hizo, fue visibilizar la realidad de estos pacientes y generar conciencia en la comunidad médica respecto a la necesidad de humanizar el trato”, declaró.

Cabe consignar que el facultativo fue uno de los impulsores de la norma en primer trámite. En 2016, le diagnosticaron un cáncer de páncreas muy avanzado que le daba dos años de vida, los que se cumplían a fines del año pasado. En ese tiempo se dedicó a atender a pacientes del hospital El Pino y a difundir su experiencia en las redes sociales con énfasis en el rol que deben asumir los médicos y las diferencias económicas que marcan la sobrevida.

Retomando las audiencias que van a anteceder la discusión en particular del proyecto al interior de la Comisión, intervino el jefe del departamento del Cáncer el Ministerio de Salud, Sergio Becerra.

Los legisladores apuntaron sus preguntas a los costos que implicará continuar y consolidar el Plan Nacional del Cáncer, que incluye la norma. Los senadores Rabindranath Quinteros, Francisco Chahuán y Carolina Goic enfatizaron en la necesidad de cuantificar los recursos para solicitarlos al Ministerio de Hacienda.

Al respecto, los representantes del Minsal dicen estar calculando los costos globales, los que estarían cuantificados dentro de un mes. Por ejemplo, implementar un centro de baja a mediana complejidad requiere entre 20 a 25 mil millones de pesos.

El doctor Becerra reconoció que “en el caso del Plan de Cáncer del Adulto, que tiene 30 años de antigüedad, no es exitoso porque fallecen 6 de cada 10 pacientes tras 5 años de diagnóstico. En cambio, en el caso de los niños con cáncer es opuesto porque el 80% de estos pacientes sobrevive”, describió junto con reconocer que cada año se diagnostican 500 niños con cáncer y cinco mil adultos con el mismo mal.

También admitió que “uno de los principales problemas es que en Chile no existen protocolos claros a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos, por ejemplo. Acá los médicos generales no saben nada de oncología, por lo que el diagnóstico es extremadamente tardío. El paciente da vueltas en un sistema donde va de un especialista a otro, se realiza muchos exámenes que no sirven, muta del sistema público al privado, y luego de mucho tiempo logra ser atendido por un oncólogo que ordena exámenes para determinar la etapa del mal y su pronóstico a cinco años”.

Relató que se están visitando todas las regiones para conocer la realidad de los equipos que manejan pacientes con cáncer. “Hemos advertido problemas de recursos. Esta ley debe garantizar que el Plan de Cáncer que ya estamos implementando, traspase al gobierno de turno. Por ejemplo, para reponer equipos contamos con 20 mil millones por año, y eso solo nos sirve solo para renovar material de anatomía patológica y rayos”, confesó junto con enfatizar que muchas veces el problema es de gestión porque con los mismos recursos se ven resultados distintos.

En cuanto a los equipos de radioterapia, el presentante del Minsal reconoció que existen solo 16 y se necesitan 80 en el país. “Más de la mitad de los pacientes que requieren este procedimiento, nunca lo reciben. Queremos que al 2028 haya un plan sólido de equipamiento. La actual brecha de recursos humanos implica llenar 600 cargos (de médicos a secretarias) y 400 más que deben trabajar en los centros regionales”, señaló.

Finalmente, el doctor Becerra comentó que “son pocos los oncólogos porque es una especialidad cara y poco atractiva para los estudiantes porque implica una alto desgaste emocional. Todo el día se entregan malas noticias.