Presentan moción para asegurar transparencia y valoración de las iglesias y comunidades religiosas
En una próxima sesión de la Comisión de Constitución, los legisladores analizarán la idea de legislar. Uno de los objetivos de la norma es promover la probidad de la gestión de estas instituciones.
29 de mayo de 2019
Conocido el caso del obispo de la Primera Iglesia Pentecostal de Chile, Eduardo Durán, quien fue destituido de su cargo al ser investigado por el delito de lavado de activos, el senador Juan Enrique Castro se inspiró en esta situación y en otras, redactando una moción que busca fortalecer el principio de igualdad ante la ley de todos los cultos y creencias.
El texto del legislador –quien fue apoyado por los senadores Carmen Gloria Aravena y Francisco Chahuán- plantea aumentar el nivel de transparencia, equidad y valoración de las iglesias y entidades religiosas, y de las actividades que les son propias, y la relevancia jurídica de sus normativas internas.
Los integrantes de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento serán los encargados de estudiar las ideas matrices de la norma dada a conocer en la última sesión ordinaria de Sala.
En simple, la propuesta introduce una serie de cambios a la Ley N° 19638 (de Culto) del año 1999, la que ya tiene a su haber 20 años. La idea es modificar artículos que permitan asegurar la libertad de expresión y a la vez, la probidad al interior de estas comunidades.
El parlamentario aclaró que “es necesario que se actúe con transparencia porque los encargados de estas iglesias y comunidades religiosas deben dar cuenta de su gestión a su feligreses. Necesitamos que los valores en nuestra sociedad, vuelvan a primar, y por eso es vital que se actúe con probidad. Podrían haber unidades de contabilidad que demuestren el buen uso de los recursos, en qué se gastan las platas”.
Asimismo, el congresista no descartó que cuando se presenten indicaciones, se busquen fórmulas para facilitar la conformación de estas entidades, todo con la idea de incentivar a la comunidad a expresar sus creencias dentro de un ámbito de respeto y transparencia.
En la moción, se describe que “en el año 2002 al menos el 90% de los chilenos censados señaló preferencia por alguna religión o creencia, siendo aquella con mayores menciones la iglesia católica con un 70%, seguida de la iglesia evangélica o protestante con un 15% y un 4,4% que señalaron otras religiones. La cantidad de personas que reconoce no adherir a ninguna religión fue de un 8,3%, con un avance de un 3% desde el CENSO de 1992”.
El texto continúa indicando que “el porcentaje de personas que adhieren a una determinada religión se ha mantenido, con un notable retroceso de la iglesia católica y un avance de los creyentes que se consideran evangélicos o protestantes.
En este contexto, las instituciones y sus miembros no pueden ser sometidos a imposiciones u omisiones contrarias a los propios imperativos religiosas, morales, éticos o axiológicos, asumidos de forma sincera y comprobable por medios objetivos existentes”.
El parlamentario concluye en el escrito que “se hace imperativo para el legislador reconocer la variedad socio-cultural, valórica e ideológica y protegerla, pues constituye una riqueza, que permite el diálogo y crecimiento de una nación que tiende al desarrollo pleno”.